Empápate en su historia paseando por las murallas y el casco viejo, aprovecha para explorar monumentos como el Castillo del Rey, la Iglesia de Santa María de los Ángeles o el Convento de San Luis. O, si lo prefieres, diviértete sumergiéndote en el Cantábrico, paseando al sol o surfeando las olas a lo largo de los cuatro kilómetros de la playa de Merón.

Para los amantes de la naturaleza San Vicente de la Barquera y su entorno próximo es una joya. Entre el mar y la montaña, la villa está incluida en el Parque Natural de Oyambre y es punto de partida de multitud de rutas de interpretación. Senderos en los que podemos observar paisajes espectaculares y disfrutar de la compañía de multitud de animales.

Finalmente, haz un hueco para su gastronomía probando sus famosas anchoas a la barquereña. ¿Nuestras favoritas? Las anchoas caseras del Restaurante Zarabanda, un lugar mágico alejado de la ruta turística. No te vayas del pueblo sin probar el arroz con bogavante o una buena selección de marisco.  Y finaliza el festín con su dulce típico: las pejinas. Un manjar de hojaldre y cabello de ángel primo-hermano de las conocidas corbatas de Unquera.